COMO FORTALECER TU AUTOESTIMA

La autoestima es la valoración que hacemos sobre nosotros mismos. Si tenemos una baja autoestima, es probable que naveguemos el mundo con mayor inseguridad, con más miedo, con más dependencia hacia los demás, con una mayor desconexión con nosotros mismos y con nuestros deseos.

 

Todo ello hace que desde que se empezó a acuñar el concepto de autoestima, nos ha interesado a todos fortalecer la propia. Y es que la autoestima se forma a partir no solo de nuestras propias valoraciones, sino también de las valoraciones que han hecho las otras personas de nosotros, así como nuestras experiencias vitales. Igual que una persona no se evaluará de la misma manera en el momento que está pasando por una temporada depresiva a cuando acabé de ganar la lotería.

Como todos los conceptos que tienen una cierta raíz social, hay cosas que podemos cambiar nosotros mismos y hay otras que tienen mucha influencia del entorno.

 

Por ejemplo, si en el trabajo, tengo un jefe que está constantemente diciéndome que soy un mal trabajador. Es normal, que cuando me defina a mí mismo, piense que soy un mal trabajador. Ante esto puedo, por un lado, comprobar si esta es una opinión compartida, y, por lo tanto, tengo algunas conductas concretas que necesito revisar; o, por el contrario, es una subjetividad dañina que puedo contrarrestar.

 

A lo largo de nuestra vida nos podemos encontrar en entornos sociales en los que recibiremos críticas negativas subjetivas. Ante ello, habrá situaciones que podremos detectar e irnos, y por tanto que esto no llegue a afectar a nuestra autoestima. Y habrá situaciones que, aunque las detectemos, nos será mucho más difícil evitar. Como puede ser, espacios familiares, lugares educativos, de trabajo, etc.

 

No es fácil fortalecer la autoestima cuando nos rodeamos de personas que no nos hacen bien, pero no es imposible. Fortalecerla nos hará más resilientes y nos protegerá de comentarios y adjetivos que nos hagan daño.

 

Cuando nos definimos a nosotros mismos, tenemos la tendencia a definirnos desde lo que hacemos o dejamos de hacer, desde lo que impacta a los demás. Todo ello tiene un sentido, pero tenemos que recordar que valemos simplemente por existir. Nuestra existencia por si sola vale la pena, hagamos lo que hagamos. Creernos esto ya sentará una buena base para nuestra autoestima. Puesto que no partimos de cero.

 

A partir de aquí, un ejercicio que nos puede ayudar para fortalecer nuestra autoestima, es describirnos a nosotros mismos desde la perspectiva de alguien que nos quiere. Muchas veces al hablar de autoestima, autoconcepto o tener que definirnos a nosotros mismos, caemos en nuestro juez interno. Y en general, nuestra autoimagen siempre es peor que la que detectan nuestras personas cercanas. Hacer el ejercicio de ponernos en los pies de alguien que nos quiere, alguien que nos ha visto en diferentes momentos de nuestra vida, que ha visto nuestras cosas buenas y las malas, nuestros aciertos y nuestros errores, y, aun así, está decidiendo activamente seguir queriéndonos. Desde su mirada, podremos autoevaluarnos de una forma más justa. ¿O como definirías a la gente a la que quieres?

 

Para fortalecer nuestra autoestima también tenemos que aceptar lo que somos, dejar de compararnos con aquello que no podemos ser. Y es que somos únicos, nadie puede ser como nosotros, nadie ha vivido exactamente en las mismas circunstancias, con el mismo cuerpo, con los mismos pensamientos y emociones. Démosle un valor a todo aquello que nos hace quienes somos y dejemos de codiciar aquello que nunca será nuestro.

 

Muchas veces, al construir nuestra autoestima tendemos a compararnos con aquellos a los que idealizamos y de los que solo vemos los aspectos positivos. Como ejemplo, compararse con personas famosas. Esto solo hace que sigamos teniendo una imagen sesgada de estas personas, a la vez que nos empuja a una comparación imposible. ¿Cómo voy a sentirme una buena bailarina si me comparo con una bailarina profesional que se dedica a ello desde pequeña y es su trabajo, aparte de tener a tantos otros profesionales a su alrededor que ayudan en su baile?

 

Tal y como decíamos al principio, es complicado sentirnos bien con nosotros mismos cuando no estamos bien. Para fortalecer nuestra autoestima también tenemos que prestar atención a nuestros hábitos básicos. ¿Estoy comiendo bien? ¿Cómo me sienta? ¿Estoy pudiendo dormir? ¿Me siento cómoda en la ropa que llevo? Pequeños cambios en nuestros hábitos diarios pueden mejorar exponencialmente nuestra visión.

 

También es importante diferenciar aquello que podemos cambiar de lo que no. Resignificar todo aquello que no podemos y/o queremos cambiar de nosotros mismos, darle una connotación positiva. ¿Qué bien nos hará no hacerlo?

 

Y aquello que creemos que podemos cambiar, y queremos hacerlo, hagámoslo paso a paso. Con metas a corto, medio plazo. Por ejemplo, si no me gusta cómo me relaciono con mi pareja, esto no voy a poder cambiarlo de un día para el otro, pero sí que voy a poder ir añadiendo pequeños cambios que al cabo de un tiempo habrán generado un cambio significativo.

 

Fortalecer nuestra autoestima nos hará sentir más fuertes, más confiados, más seguros en muchos aspectos de nuestra vida. Hacerlo no es un camino sencillo, y es probable que tengamos días malos, donde podamos vernos con todo menos con buenos ojos, pero poco a poco iremos viendo el efecto de esos pequeños cambios. Iremos viendo cómo cada vez nos parecerán más irreales aquellas cosas con las que nos categorizábamos a nosotros mismos.

 

 

Dediquémonos el tiempo que nos merecemos, démonos el cariño que nos merecemos solo por estar. 

 

 

 

 

Carme Tuset

Fundadora y directora del centro Espacio Sistémico y Humanista. Licenciada en Psicología, formada en pedagogía sistémica, terapia Gestalt, chamanismo y Constelaciones Familiares directamente con Bert Hellinger.

Con más de 35 años de experiencia.