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DESPUÉS DE LA TORMENTA LLEGA LA CALMA

No puedo soportar más mi intransigencia, mi intolerancia, mi rigidez y mi inflexibilidad interna. Últimamente he estado pensando que mi padre era así. Y es por eso que decido venir a constelar la relación con mi padre ya que sospecho que mi rigidez estará relacionada con la suya.

 

La relación con mi padre siempre fue buena. Yo lo admiraba y quería, pero nunca había mirado su parte menos atractiva y, últimamente, es algo que no para de aparecerse cuando pienso en mi intolerancia.

 

Mi padre era diferente dependiendo del día. Durante la semana era intolerante, rígido, inflexible, autoritario… y, al llegar el fin de semana, se relajaba y se mostraba más cariñoso.

 

Empieza la constelación y mi representante al principio, no puedo mirar a esa intolerancia, me pone nervioso, me duele, me crea un rechazo inmenso, ya que veo en ella a él, y me veo a mí también, y eso duele. Yo quiero poder estar en paz sin sentir que continuamente me juzgo a mí mismo y a los demás.

 

Mi representante huye de la intolerancia, y mi padre tampoco quiere que la intolerancia se le acerque pero poco a poco, voy viendo como mi padre siente que esa intolerancia forma parte de su vida, que no puede cambiarlo, que es así y está allí con él.

 

Me siento pequeño y triste y le digo a mi padre lo mucho que me hubiese gustado que, en algún momento de su vida, me hubiese dado la razón en lugar de desautorizarme desde pequeño. Veo en él las ganas de hacerme entender que para él, lo que hacía era lo correcto.

 

En ese momento pude ver que su intolerancia no tenía por qué ser la mía, que él tenía sus motivos para llevarla con él pero que en realidad yo no. Éramos una familia extensa, de 11 hermanos, y mi padre trabajaba mucho. Y es en esta reflexión donde pude entender que esa intolerancia era la que le ayudaba a gestionar el caos en el que se encontraba. Esa intolerancia le daba paz para poder sobrellevar los momentos difíciles y todo el peso de una familia y un trabajo.

 

Durante la constelación, pude acercarme cada vez más a mi padre y a esa intolerancia que me tenía tan atemorizado al principio, la pude ver. Pude ver el dolor de mi padre de tener que criar y gestionar a toda una familia, a toda una plantilla de trabajadores… Era mucho peso que caía sobre él.

 

Aprendo en este punto, a aceptar que eso fue así y él hizo las cosas como pudo, pero que yo no tengo por qué hacerlo así. Consigo desprenderme de la intolerancia y dársela a mi padre, respetándolo y respetando su intolerancia. Solo le pido que me deje hacerlo diferente, ya que yo no quiero llevar a mis espaldas la inflexibilidad que tanto malestar me causa. Finalizo la constelación abrazando a mi padre, abrazando a su intolerancia y respetando su manera de hacer las cosas.

 

Me voy tranquilo y sereno, ya que, después de la tormenta siempre llega la calma. 

 

 

 

Carme Tuset

Fundadora y directora del centro Espacio Sistémico y Humanista. Licenciada en Psicología, formada en pedagogía sistémica, terapia Gestalt, chamanismo y Constelaciones Familiares directamente con Bert Hellinger.

 

Con más de 35 años de experiencia.